Cuenta la historia que efectivamente ese año Dios envió la lluvia... pero yo estoy seguro que no fue por la simple oración de los granjeros. Lo que movió a Dios fue la demostración de FE del granjero que, sabiendo que su respuesta venía en camino, preparó sus campos.
Pregunta: ¿Qué haces después de pedirle algo a Dios?
¿Vuelves a tu casa a esperar por la respuesta?
o sales al campo y preparas la tierra para recibir lo que pediste?
¿Cuál de los dos granjeros eres tú?
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